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Cómo Curar una Úlcera

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Cuando hablamos de úlceras, no nos referimos a una enfermedad en concreto sino a una situación, la de una herida de curación lenta, que puede estar causada por muchas enfermedades. Hablaremos de las más comunes, las úlceras de decúbito y las úlceras de las piernas de causa vascular, frecuentes en las personas de edad avanzada. 

Las úlceras pueden tener formas y aspecto diferentes y pueden o no acarrear dolor. En cualquier caso, siempre pueden ser una fuente de infecciones y de merma de la calidad de vida.

Los dos tipos de úlcera más comunes y cómo se producen

  • Úlcera de decúbito

Afectan a las personas mayores con movilidad reducida o encamadas, por ejemplo, los pacientes con enfermedad de Alzheimer u otras demencias. Son llagas que comienzan como un enrojecimiento de la piel, que progresan con despegamiento de la misma, y siguen la evolución como úlceras más o menos profundas. Pueden estar o no sobreinfectadas, y aparecen sobre zonas de apoyo y prominencias óseas como la zona sacra o los talones. Se producen porque la inmovilización de la zona y la presión comprometen el riego sanguíneo de la piel.

  • Úlcera vascular de las piernas

Las llagas de las piernas afectan a personas mayores con múltiples enfermedades como diabetes, insuficiencia venosa (varices), aterosclerosis (taponamiento de las arterias) o diabetes. Pueden ser arteriales (por compromiso del riego arterial), venosas (por estancamiento de la sangre por mal retorno venoso), o pueden ser mixtas o multifactoriales, influyendo en su formación la diabetes, la hipertensión, u otras enfermedades de la sangre. Constituyen un problema muy frecuente y que requiere de estudios y pruebas específicas. En general, son un problema que debe abordar tanto el cirujano vascular (porque en algunos casos la solución puede ser una operación) como el dermatólogo o el médico de familia.

Síntomas de las úlceras

Las úlceras pueden tener formas y aspecto diferentes y pueden o no acarrear dolor. En cualquier caso, siempre pueden ser una fuente de infecciones y de merma de la calidad de vida. En el caso de las úlceras de decúbito, son un problema para el enfermo encamado, y también para sus cuidadores, que deben dedicar más tiempo y esfuerzo a la movilización y las curas del paciente

Diagnóstico de las úlceras

Según el tipo de úlceras, puede ser necesario realizar estudios como exploraciones vasculares (Doppler, arteriografía, angio-resonancia), biopsias del tejido de la úlcera, cultivos microbiológicos para descartar una infección, o análisis de sangre. Están dirigidos a conocer el tipo de úlcera y determinar cuál es su manejo más adecuado.

Tratamiento de las úlceras

El tratamiento será:

  • Primero se ha de tratar el proceso causante, sea una insuficiencia venosa o arterial que requieran de una intervención quirúrgica, una diabetes que requiera un control metabólico más estricto, o un paciente encamado que requiera más movilización o protección de las zonas afectadas.
  • En segundo lugar, independientemente de la causa, una úlcera debe mantenerse limpia y sin infección. Existen múltiples apósitos curativos que van más allá de una simple gasa sujeta con un esparadrapo. Estos apósitos “inteligentes” contienen sustancias como los hidrocoloides, los alginatos o el ácido hialurónico, que son capaces de acelerar la curación. Para emplearlos, debe prescribirlos siempre un médico o el personal de enfermería, y determinar en cada momento cuál es el más adecuado. Existe todo “un arte” sobre cómo manejar una úlcera en sus diferentes formas y fases, según esté más seca o más húmeda, infectada o no infectada. En muchas ocasiones, la compresión adecuada de las piernas con medias o vendas es importantísima para acelerar la curación, así como mantener las extremidades elevadas para mejorar el retorno venoso.
  • Si se sospecha que hay una infección de la úlcera, se debe recurrir a antibióticos, ya sean tópicos (en cremas) como orales, siempre prescritos por un médico.

TEN EN CUENTA QUE…

Hay que pensar que cuando una úlcera se inflama y pica más, una posibilidad es estemos desarrollando una alergia de contacto por los múltiples antibióticos en crema o los apósitos que se han ido aplicando. En este caso se tiene que suspender todo lo que no sea imprescindible, e intentar hacer unas pruebas de alergia de contacto o “epicutáneas” para conocer exactamente a qué se es alérgico y poder evitarlo.

Medidas preventivas de una úlcera

  • En las úlceras de decúbito, es importante realizar cambios posturales, y utilizar colchones especiales “anti-escaras” para evitar que el anciano encamado “se llague”.
  • En las úlceras vasculares, el principal factor que previene su aparición es un estilo de vida saludable, que impida el desarrollo de obesidad, diabetes o enfermedad cardiovascular. Es importantísimo abandonar el hábito de fumar. En las personas con problemas de retorno venoso, el uso de medias compresivas es fundamental para mejorar la circulación, así como el realizar ejercicio físico, pero evitar las situaciones que impliquen estar de pie mucho tiempo sin moverse.