El codo de tenista, también llamado epicondilitis lateral, es la inflamación y, en algunos casos, ruptura de los tendones que unen el músculo del antebrazo a la protuberancia ósea en el exterior del codo, debido a una sobrecarga por movimientos repetitivos de muñeca y brazo.
El síntoma principal es el dolor, que varía en intensidad y se reproduce al palpar la parte lateral del codo, al estirar los músculos extensores de la muñeca y los dedos y al oponerse a su contracción, así como al realizar movimientos de agarre con la mano. Este dolor puede intensificarse no permitiendo la movilidad del brazo.
La principal causa de la epicondilitis es el uso excesivo y sobrecarga por contracción excesiva de los músculos del antebrazo que se utilizan para extender y elevar la mano y la muñeca. La realización de movimientos repetitivos con el esfuerzo ejercido en los tejidos conlleva una serie de desgarros en los tendones que anclan el músculo al hueso.
El tratamiento del codo de tenista es el siguiente:
Aunque el diagnóstico se realiza principalmente mediante un examen físico al paciente, el médico, con el fin de descartar otras enfermedades, puede solicitar alguna prueba radiológica o resonancia magnética del brazo.
El principal factor desencadenante en el codo de tenista es la realización de movimientos repetitivos con sobre exposición de la articulación como ocurre en pintores, carniceros, carpinteros, músicos, peluqueros, manicuristas y dentistas sin la debida medida de higiene postural. También, realizar algunas actividades físicas como el golf, esgrima y deportes de raqueta. En menor porcentaje la lesión puede ser causada por un traumatismo directo sin sobreuso de la articulación.
La principal complicación del codo de tenista es el dolor crónico con limitación funcional del brazo, lo que limitará al paciente a realizar labores cotidianas.
Con el fin de evitar este tipo de lesión, es importante mantener una correcta higiene postural a la hora de trabajar, realizando pausas significativas, así como dominar las técnicas deportivas. Antes de la realización de cualquier actividad que involucre movimientos repetitivos de esa articulación, se debe calentar la musculatura extensora del antebrazo y el codo y, posteriormente, realizar ejercicios de estiramiento de la musculatura para evitar lesiones tendinosas.
Los medicamentos que se recomiendan son los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, mejor conocidos como AINES, pero, estos deben ser indicados por el médico especialista. También se indican inyecciones de corticoides cuando los analgésicos vía oral no consiguen mejorar el dolor.
Se pueden realizar estiramientos de la musculatura extensora del antebrazo para relajar el músculo y traccionar menos del tendón. Este estiramiento se realiza con extensión completa del codo flexionando la muñeca con la ayuda de la otra mano.
El automasaje al músculo puede relajarlo y quitarle carga al tendón. Para realizarlo:
Aunque no existe una relación causal, encontramos que uno de los puntos dolorosos diagnósticos de fibromialgia se encuentra justamente en el área donde se produce el llamado codo de tenista, por lo cual, su aparición sin motivo aparente no relacionado con movimientos repetitivos y que además converge con otros puntos dolorosos alrededor del cuerpo, puede hacer sospechar de una fibromialgia.