Tratamiento próximamente disponible en Savia.
A principios del 2020 la revista científica Body Image publicó un estudio concluyente sobre este tema. El 70% de las mujeres cambiaría algún aspecto relacionado con sus senos. La mamoplastia de aumento es uno de los tratamientos de cirugía plástica más demandados en nuestro país, pero no es el único relacionado con esta parte de la anatomía femenina. La mamoplastia de reducción o la mastopexia son otros procedimientos que permiten modificar su forma o tamaño.
Son varias las razones que pueden llevar a una mujer a tomar la decisión de someterse a una intervención estética para aumentar el volumen de sus senos. Mejorar su apariencia física, ver su cuerpo más proporcionado o mejorar su autoestima son solo algunas de ellas.
Este tratamiento también puede aplicarse para corregir la asimetría mamaria. El cuerpo no es simétrico en ningún caso, sin embargo la mayoría de las veces esas diferencias no se notan a simple vista. De hecho, solo un 15% de los casos resulta llamativo al presentar diferencias notables que pueden afectar a la apariencia estética del busto.
Durante el desarrollo que tiene lugar en la pubertad, es habitual que estas diferencias sean más evidentes, pero tienden a igualarse con el paso del tiempo. Aunque en contadas ocasiones no es así, en cuyo caso la mejor solución será una mamoplastia de aumento para unificar la forma y el tamaño de las mamas.
Este procedimiento quirúrgico se realiza mediante la implantación de prótesis mamarias que pueden colocarse por detrás de la glándula mamaria o por detrás del músculo pectoral. Las prótesis pueden ser anatómicas, especialmente diseñadas para lograr una forma del pecho más natural, o redondas, que permiten mantener la simetría independientemente de donde se coloquen.
Antes de la intervención, el cirujano realizará una revisión preoperatoria realizando un riguroso análisis estético de la mama. Decidiendo todos los aspectos relacionados con la intervención, como el tipo de prótesis o el tamaño adecuado. Para ello, puede emplear diferentes herramientas. Es el caso de Biodynamics una herramienta que cuenta con un software de medición exclusivo que determina la prótesis ideal para cada paciente.
Además, la simulación virtual ayuda a la paciente a visualizar el cambio antes de pasar por el quirófano. De este modo se establecen unos objetivos realistas.
Unas mamas demasiado voluminosas también pueden suponer, en ocasiones, un problema para la mujer. No se trata solo de una cuestión estética, aunque también pueden causar problemas de autoestima. Además, puede desencadenar otros problemas de salud. El peso de unos senos grandes puede originar importantes dolores de espalda o cervicales. Además, unos senos muy voluminosos dificultan la práctica de algunas actividades deportivas y/o causan problemas cutáneos en el pliegue que se crea bajo las mamas.
Esta intervención quirúrgica, permite reducir el tamaño y el peso de los pechos femeninos, creando un busto más acorde al cuerpo de la paciente. El objetivo siempre es conseguir unas mamas proporcionadas, más firmes y ligeras, mediante la eliminación de grasa, tejido mamario y piel en la zona tratada. También puede reducirse el tamaño de las areolas o reubicarlas en un lugar más adecuado tras la reducción de pecho para mejorar la apariencia y el resultado final. En definitiva, la mamoplastia de reducción permite:
Las mujeres atraviesan importantes cambios corporales y hormonales a lo largo de su vida. El embarazo, la lactancia, los cambios bruscos de peso o los efectos del paso del tiempo pueden alterar y modificar el aspecto de las mamas. Una de las consecuencias más habituales es un pecho caído. En estos casos, la reubicación de la areola y el pezón puede cambiar notablemente esta consecuencia estética que genera sensación de falta de firmeza. Esta intervención quirúrgica es la que permite ponerle solución a este problema.
Normalmente la mastopexia o elevación de mamas, suele ir acompañada de un aumento de pecho con implantes redondos o anatómicos. Una cuestión que permite igualar el tamaño de las mamas y darle un aspecto más natural. Aunque no siempre es así, también puede realizarse de forma exclusiva para conseguir la armonía perseguida entre los senos y el cuerpo de la paciente.
El cirujano plástico estudiará cada caso en concreto para decidir qué técnica es más adecuada o, incluso, realizar una combinación de varias de ellas como ya hemos visto. Además, en la medida de lo posible se reducen las áreas de incisión para evitar la presencia de cicatrices. Por todo ello, ponerse en manos de un doctor especializado y con experiencia es garantía de éxito en este tipo de tratamientos.
En Clínica IMEMA somos expertos en mamoplastia (aumento de pecho, reducción de pecho y mastopexia). Sólo utilizamos productos y tecnología de la más alta calidad. Con nosotros tendrás la tranquilidad de estar en manos de profesionales de contrastada experiencia y reputación, a la altura de una de las clínicas más prestigiosas de Europa.