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Causas y Tratamientos del Dolor de Cabeza

Consulta de Neurología

Si sufres cefaleas o dolores de cabeza constantemente, te puede interesar una consulta con un neurólogo, que podrá darte un diagnóstico más específico. Busca el centro médico que más te conviene por cercanía.

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El dolor de cabeza o cefalea es un motivo muy frecuente de consulta en pediatría y en urgencias. En la mayoría de ocasiones no es grave y suele responder a situaciones de estrés, cansancio o como síntoma que acompaña a otros procesos febriles. A pesar de ello, es importante saber detectar cuando una cefalea nos debe preocupar.

La cefalea es una de las causas más frecuente de absentismo escolar. Parece ser que la prevalencia está en aumento y que cada vez más niños y adolescentes se quejan de dolor de cabeza, tanto cefaleas como migrañas. Parece ser que se relaciona con el estrés.

La cefalea es una de las causas más frecuente de absentismo escolar. Parece ser que la prevalencia está en aumento y que cada vez más niños y adolescentes se quejan de dolor de cabeza, tanto cefaleas como migrañas. Parece ser que se relaciona con el estrés.

¿Qué es una cefalea?

El cerebro no duele. En un dolor de cabeza lo que nos molesta o produce el dolor son las estructuras vecinas que se dividen en dos grupos:

  • Intracraneales: arterias, senos venosos y venas o la duramadre de la base de cráneo (estructura que envuelve el cerebro).
  • Extracraneales: arterias y venas de la superficie del cráneo, senos paranasales y mastoides, órbitas oculares, dientes, musculatura de la cabeza y el cuello o terminaciones nerviosas.

Por lo tanto, el dolor de cabeza no es tan simple como parece, es un dolor que afecta a la misma pero que puede ser producido por muchísimas situaciones, de intensidad, causa y gravedad muy distinta.

Mecanismos que producen el dolor de cabeza

Hay tres mecanismos conocidos que son responsables de la cefalea:

  • Vasodilatación: las arterias se agrandan anormalmente y producen dolor. Esto sucede en la cefalea que acompaña a una hipoglucemia (bajos niveles de azúcar en sangre), a fiebre, la hipertensión arterial o las migrañas.
  • Inflamación: acompaña a procesos infecciosos como las meningitis (situación muy grave de inflamación de las meninges que puede poner el peligro la vida del niño), sinusitis (inflamación de los senos paranasales), otitis o enfermedades dentales.
  • Desplazamiento o tracción: es una situación grave que causa un dolor intenso y que acompaña a las hidrocefalias (acumulación de líquido cefalorraquídeo), tumores, hematomas cerebrales o la rotura de un aneurisma.
  • Contracción muscular: es una de las causas más frecuentes, ya que el dolor es causado por tensión en los grupos musculares de la cabeza. Es la causa de la cefalea tensional.

Cómo se clasifican las cefaleas

Según la duración de la cefalea podemos clasificarlas en dos grandes grupos:

  • Cefaleas agudas
  • Cefaleas de una duración inferior a cinco días y sin antecedentes de cefaleas previas.
  • Ocasionada por fiebre.
  • Sinusitis.
  • Meningitis.
  • Tras traumatismo craneal.
  • Migraña (primer episodio).
  • Cefalea secundaria a punción lumbar.

Causas menos frecuentes:

  • Encefalitis o meningitis.
  • Hemorragias o hematomas.
  • Glaucoma.
  • Cefaleas crónicas
  • Abuso de analgésicos.
  • Tumor o abceso cerebral.

También se pueden clasificar según el origen en:

  • Cefaleas primarias: que no tienen una causa externa.
  • Cefaleas secundarias a otra patología: tumor cerebral, infección o hematoma.

Cefalea tensional

Es una de las cefaleas más frecuentes en la infancia. Antes se llamaban psicógenas. Son episodios recurrentes de dolor de cabeza con duración variable, de varios minutos hasta una semana. El dolor se caracteriza por ser opresivo de intensidad leve o moderada, bilateral y que empeora con las actividades diarias. No hay focalidad neurológica, ni cambios extraños de conducta, vómitos o náuseas.

¿Qué es una migraña?

Es la causa más frecuente de cefalea aguda recurrente en la infancia y la adolescencia. Tiene un componente genético muy importante y es desencadenada por factores externos y hormonales, razón por la cual es más frecuente en mujeres y niñas.

Son dolores recurrentes de dolor de cabeza, intensos y de duración variable. En los adultos es muy frecuente que se localice en un solo lado de la cabeza (dolor hemicraneal), pero en los niños se presenta con un dolor bilateral y frecuentemente asociado a náuseas y vómitos. Suele durar entre dos y 48 horas y puede asociarse a un dolor pulsátil, que empeora con la actividad física y puede aumentar con la luz o el ruido (fotofobia y fonofobia).

Para cumplir los criterios de la migraña, el niño debe presentar al menos cinco episodios con estas características.

Cómo diagnosticamos una cefalea

Lo más importante es realizar una completa historia clínica y exploración neurológica del niño. Uno de los primeros pasos consiste en descartar si es primaria (no hay causa evidente) o secundaria (la cefalea es producida por otra patología). En el caso de que sea primaria, podemos empezar a tratarla, en el caso de que se sospeche una secundaria es de vital importancia descartar signos de alarma.

Signos de alarma para ir a urgencias

En los casos de presentar síntomas como los que describimos a continuación, se debe acudir de inmediato a urgencias ya que, probablemente, estén alertando de un proceso cerebral grave que deba ser diagnosticado con la mayor prontitud mediante pruebas de imagen complementarias:

  • Cefaleas agudas, intensas y progresivas.
  • Alteraciones de la conducta, cambios de carácter, pérdida de peso.
  • Cefaleas que despiertan por la noche.
  • Cefaleas que aumentan con el ejercicio, tos o cambios de postura.
  • Cefaleas que se acompañan de focalidad neurológica: debilidad en alguna extremidad, problemas en el habla, dificultad para realizar las actividades habituales…
  • Cefaleas persistentes, que no responden a los analgésicos habituales

Tratamiento y prevención

El tratamiento está directamente relacionado con el diagnóstico. El tratamiento de una cefalea tensional serán los analgésicos y, de una migraña, antimigrañosos.

Lo más importante es descartar patología secundaria o neurológica, ya que el tratamiento será totalmente distinto y deberá ser valorado por el neurólogo.

Las medidas no farmacológicas para cefaleas tensionales y migrañas también son importantes, para mejorar los hábitos y el estilo de vida: dieta equilibrada, respetar las horas de sueño, evitar o manejar el estrés, no tomar alcohol (adolescentes) ni determinados alimentos que pueden desencadenar las crisis, y realizar ejercicio físico moderado.