Aunque es un hecho que alarma bastante, es importante dejar claro que no toda sangre en las heces es sinónimo de cáncer. El diagnóstico diferencial es amplio y variado. En múltiples ocasiones, la hemorragia digestiva baja ofrece un reto diagnóstico y requiere múltiples pruebas complementarias, a veces reiterativas, debido a la gran cantidad de causas que pueden provocarla. Además, muchas veces precisa de un abordaje multidisciplinar (manejo entre diferentes especialistas de la medicina) entre el médico de atención primaria, digestólogos, radiólogos y cirujanos.
El sangrado digestivo se puede dividir, según el punto de sangrado a nivel del tubo digestivo, en hemorragia digestiva alta (expulsión de sangre por la boca) o hemorragia digestiva baja (expulsión de sangre por el ano, mezclado o no con las heces). En esta ocasión, nos centraremos en el tipo de sangrado digestivo más frecuente en la población general: la hemorragia digestiva baja (HDB).
En la consulta de atención primaria, la HDB representa un motivo de consulta relativamente frecuente en todos los rangos de edad. Para el paciente, se trata de un síntoma que inicialmente vive con angustia y, obviamente, con preocupación. No obstante, las causas, los tratamientos y el pronóstico son muy variados en función de diferentes factores, como:
La HDB se puede presentar de diferentes maneras, en función de la localización del punto de sangrado en el tubo digestivo:
Una consideración especial debe tener el sangrado oculto. Se trata de la emisión continua de sangre, generalmente de escasa cantidad, que no es perceptible por el ojo humano o puede pasar desapercibida. Puede provenir de cualquier lugar del tubo digestivo. Actualmente, se dispone de un sistema de detección de este tipo de sangrado (Test de Sangre Oculta en Heces), indicado entre los 50 y 70 años de edad en función de las características individuales de cada paciente.
Las causas más frecuentes, independientemente de la edad, son las hemorroides y las fisuras anales. El síntoma principal en ambas es un sangrado rojo y fresco fácilmente apreciado a simple vista, acompañado o no de las heces, que mancha el papel higiénico y puede continuar goteando tras la defecación. Además, otros síntomas acompañantes son el picor y dolor anal de forma intermitente.
En función de la edad, otras causas frecuentes de HDB son:
La mayor parte de enfermedades del aparato digestivo que cursan con sangre en las heces, incluido el cáncer colorrectal, son prevenibles con unos buenos hábitos de vida y una correcta alimentación.
Medidas como realizar ejercicio aeróbico continuo para evitar el sobrepeso y la obesidad, abandonar el hábito tabáquico, disminuir el consumo de azúcares refinados, consumir menos carnes y más pescados o aumentar el consumo de frutas y verduras ha demostrado una protección frente al desarrollo de éstas.