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Causas y Soluciones del Pie Zambo, Cavo y Plano

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Tres de las deformidades más frecuentes del pie infantil son el pie zambo, el pie plano y el pie cavo. La más común en adultos es el pie plano, con una incidencia aproximada del 20% de la población. Por ello se recomienda una revisión por el podólogo. ¿Te habías fijado alguna vez en tu bóveda plantar? Dedícale cinco minutos, por favor.
Tres de las deformidades más frecuentes del pie infantil son el pie zambo, el pie plano y el pie cavo. La más común en adultos es el pie plano, con una incidencia aproximada del 20% de la población.

Sobre el pie…

El pie es el encargado de soportar todo el peso del cuerpo y ayuda a la propulsión y a la amortiguación durante la marcha y la carrera. Además de los movimientos hacia arriba y abajo (flexión dorsal y plantar, respectivamente) puede tener movimientos laterales, hacia adentro o hacia afuera (supinación y pronación respectivamente).

En el pie recae el peso del esqueleto, concretamente en la parte posterior del calcáneo, por ello el pie humano y el tobillo son una fuerte y compleja estructura. Hay tres edades claves durante la vida en las que se pueden desarrollar con más frecuencia, deformidades del pie:

  • Desde el nacimiento hasta los dos años.
  • Durante la adolescencia.
  • En la edad senil.

Cualquier parte anatómica del pie puede sufrir malformaciones o deformidades. Las causas de las deformidades pueden ser congénitas (presentes en el nacimiento) o adquiridas (por diferentes causas como lesiones neuromusculares, traumatismos, malos hábitos, calzado incorrecto, enfermedades reumáticas, sobrepeso…). Una de las deformidades adquiridas más común es el juanete. La mayor parte de las deformidades son congénitas, debidas a factores hereditarios o ambientales, estas deformidades afectan al desarrollo en el momento del nacimiento, por ejemplo, el pie zambo.

Las tres deformidades más frecuentes

El pie zambo es una deformidad del pie en posición invertida (mirando la planta hacia dentro, a semejanza del extremo de un palo de golf); el pie plano es un pie con aplanamiento de la bóveda plantar, mientras que el pie cavo es un pie con elevación de la bóveda plantar (como una garra). Vamos a profundizar un poco en cada uno de ellos.

Pie zambo (también llamado Equinovaro)

  • Es la deformidad del pie más común y es el doble de frecuente en varones. Se trata de una lesión bilateral en 50% de los casos, y puede acompañarse de otras malformaciones como displasia congénita de cadera, alteraciones neurológicas o alteraciones viscerales.
  • Si la deformidad se presenta en ambos pies y es muy marcada, las plantas de los pies quedan enfrentadas la una contra la otra.
  • Si esta deformidad no se corrige antes de iniciar la marcha el niño aprenderá a caminar apoyando el borde externo del pie.  Por ello, requiere un tratamiento muy precoz, casi podría decirse urgente para evitar posibles secuelas. Lo ideal sería tratarlo en las primeras 48 horas de vida.
  • El diagnóstico es fundamentalmente clínico ya que es una deformidad muy característica. Deberemos valorar la reductibilidad (si pasivamente podemos alinear el pie en su posición anatómica), dado que ello implica mejor pronóstico.
  • La radiografía aporta poca información. En estos casos la ecografía será más útil.
  • Es fundamental una corrección precoz (el 90% son reducibles), tras la cual se procede a la inmovilización con yeso o vendaje. Tras la corrección precoz (dos o tres meses) se sustituye el yeso por aparatología ortopédica externa.
  • En caso de tratarse de un caso irreductible deberá optarse por el tratamiento quirúrgico, recomendado a partir de los seis meses de vida.
  • Durante el crecimiento se realizarán radiografías de control para el seguimiento evolutivo

Pie plano

  • Es característica la disminución de la altura de la bóveda, que se traducirá en una deformidad y/o una alteración de la marcha (apoyan toda la planta del pie al caminar). La bóveda plantar es demasiado baja o está desaparecida, creando un área de máximo contacto de la planta del pie con el suelo.
  • En niños de tres a 10 años es muy frecuente el pie plano laxo infantil. Esta alteración se debe a la laxitud ligamentosa y suele corregirse pidiéndole que se ponga de puntillas o elevando pasivamente el dedo gordo.
  • El tratamiento es conservador en la mayoría de casos. Menos del 5% de los niños requieren tratamiento quirúrgico. Hasta los tres o cuatro años, todos los niños tienen aparente pie plano, esto se debe a la grasa existente a nivel de la bóveda plantar, pero realmente no es un pie plano. La ejercitación del pie mediante ejercicios específicos, como andar de puntitas y andar descalzo en terreno irregular o arena puede facilitar la formación de los arcos durante la niñez, proceso que generalmente se manifiesta entre los cuatro y seis años de edad. Niños con arcos planos muchas veces desarrollan arcos normales durante su crecimiento.
  • Debemos explorar con un podoscopio, para valorar la bóveda y las zonas de apoyo.
  • También es muy útil el fotopodograma (sobre una placa velada, se apoya el pie impregnado en líquido de revelado), donde puedo ver las huellas de la planta del pie y así saber cuánto del mismo apoya. Es muy grave si se marca toda la planta, y aún más si los bordes del pie están muy marcados. La radiografía lateral valora muy bien el grado de aplanamiento de la bóveda.
  • Nunca debe hacerse contención con botas rígidas que inmovilicen el tobillo. Lo recomendable es usar un zapato flexible, de punta ancha (para que los dedos se puedan mover) y talón rígido (corrige la desviación de talón).
  • Como mucho, a veces hay que recurrir a las plantillas u órtesis pero nunca antes de los cuatro años.

Pie cavo

¡Ojo! Siempre que veamos un pie cavo hay que ver si hay una alteración neurológica (se asocian con mucha frecuencia a espina bífida no detectada) aún en sus formas más leves.

  • Este pie se caracteriza por una elevación de la bóveda plantar que ocasiona alteraciones de la marcha, que estará invertida: primero se apoya la parte anterior (en lugar del talón). Los dedos pueden quedarse en forma de garra o flexionados hacia adentro, lo que disminuye el tamaño del pie. El talón estará desviado hacia dentro (talón en varo)
  • Estos niños suelen tener problemas con el calzado, desgastado irregularmente y mucho más por delante.
  • La corrección de este pie pasa por la cirugía en la mayoría de casos. Pero algunos casos, poco pronunciados, son tratados de forma conservadora recomendando zapatos holgados (para evitar el roce lo máximo posible) y ejercicios de estiramiento.
  • Es muy importante la valoración de este tipo de pie mediante el test de Coleman que determina si el retropié de estos pacientes es flexible o fijo. Puedes visualizar esta maniobra con un tutorial. Ahora te lo detallo: estando el paciente de pie, se coloca un bloque de madera de unos 2’5-4 cm. de espesor en el suelo y se le indica que suba un pie encima dejando el talón y el borde lateral del antepié apoyados sobre el bloque y quedando el borde interno del antepié fuera del bloque.  Entonces observamos la posición que adopta el retropié respecto al antepié.
  • Si al realizar la maniobra, el retropié (que en estos pacientes está en posición de varo) adopta una posición compensatoria diremos que es un retropié flexible. Por el contrario, si la posición del retropié en varo es primaria, no se modificará tras la realización de la maniobra, siendo un retropié rígido (de más difícil corrección). Nos marcará la conducta terapéutica a seguir.

¿Qué otras deformidades de pie son relativamente frecuentes?

  • Pie varo: están en rotación interna y normalmente en supinación (inversión). Orientan la planta del pie hacia dentro, apoyando el borde externo y los últimos dedos para caminar.
  • Pie valgo: en rotación externa y en pronación o eversión. El talón mira hacia afuera y se orienta hacia afuera Apoyo en el borde interno.
  • Pie equino: Los pies se encuentran en flexión plantar (recuerdan la forma de pie de un caballo). Cuando camina apoya la región anterior del pie o metatarso (marcha de puntillas) y el talón no entra en contacto con el suelo.
  • Pie talo: Deformidad del pie en la que se produce una flexión dorsal, de forma que, al apoyar el pie en el suelo, únicamente contacta el talón, permaneciendo levantado el antepié (como si anduviera de talones).