Saber que la cadera es una de las palancas más importantes para el movimiento y que su cuidado es esencial no es un tema menor para el corredor. Y más si tenemos en cuenta que, aunque sin ser la cadera una de las localizaciones más habituales de lesión, sí es una de las que puede ocasionar más molestias. Y de entre las lesiones de cadera que encontramos, la bursitis trocánterea es de las más frecuentes.
El movimiento de la carrera a pie requiere que muchos músculos y articulaciones actúen de manera simultánea para conseguir un desplazamiento. Este movimiento necesita que todos ellos trabajen de forma coordinada y correcta para reducir, así, el riesgo de lesión. Que ello ocurra no sólo depende de que exista un trabajo coordinado, sino de que las estructuras anatómicas que intervienen estén localizadas en el lugar que les corresponda (que no haya desplazamientos) y que no sufran ninguna patología como podría ser un problema degenerativo que reduce funcionalidad. Además, es importante que se conozca la técnica de carrera y se sigan una serie de recomendaciones a nivel preventivo, como podría ser un calentamiento correcto o el uso de material adecuado.
El corredor en muchas ocasiones peca de falta de información. Conoce a la perfección el último modelo de zapatilla, el gadget más “fashion” o está apuntado a todas las carreras que le atraen. Sin embargo, la gran duda que me suele asaltar en la consulta cuando veo a un “runner” es: ¿te conoces realmente?, ¿sabes cuáles son tus necesidades? Responder a esta pregunta con un “sí” o con un “no” puede evitar muchos problemas que dé inicio podrían evitarse o como mínimo reducir su riesgo de aparición.
Así, por ejemplo, saber que la cadera es una de las palancas más importantes para el movimiento y que su cuidado es esencial es importante pues puede provocar molestias y algunas lesiones, siendo la bursitis de las más frecuentes. Para entender en qué consiste, diremos que la cadera la forman estructuras óseas, músculos y tendones. Además, en ella se encuentran lo que se conocen como “bolsas serosas” (bursas), que son elementos de protección que actúan a modo de “almohadilla” y reducen la fricción entre elementos articulares. De las bursas de la cadera, la que cubre el extremo superior del fémur (el trocánter) es la que al inflamarse origina la bursitis trocantérea.
Existen una serie de factores de riesgo que pueden predisponer a padecer esta lesión:
Los síntomas que suelen referir los corredores que por primera vez se quejan de esta molestia, se basan en un dolor localizado en la zona lateral superior de la pierna. Este puede aparecer al subir o bajar escaleras o al hacer un movimiento de aducción, como sería cruzarlas, o al estirarse sobre el lateral afectado.
En cuanto al tratamiento, es importante no sólo tratar los síntomas sino también conocer el origen, ya que depende de la causa que sea la que ha llevado a la aparición de estas molestias el tratamiento puede dirigirse hacia una opción u otra.
Como hemos comentado, conocer la causa proporcionará información muy relevante ya que quizá la causa se encuentra en un problema de simetría y con una visita al podólogo para valorarlo y darle solución con un alza o plantilla puede ser suficiente.
La debilidad muscular suele ser un problema frecuente. En general, son pocos los corredores que incluyen en su rutina de entrenamiento el trabajo de tonificación y fortalecimiento muscular. Al no hacerlo se disminuye la capacidad de control de la carrera y, por tanto, aumenta la posibilidad de lesiones, entre ellas la bursistis trocantérea. No sólo hay que realizar un trabajo de este tipo a nivel de tratamiento cuando ya se ha producido la lesión, sino que también es bueno realizarlo antes como trabajo preventivo.