Tratamiento próximamente disponible en Savia.
El paso del tiempo disminuye la capacidad de la piel para retener el agua y mantener su elasticidad natural. Hablamos de una de las principales causas de la aparición de las arrugas, la flacidez o la pérdida de volumen en el óvalo facial. Sin embargo, existen otras cuestiones que influyen en el envejecimiento de nuestro cutis. Algunos agentes externos como la contaminación, la exposición a los rayos nocivos del sol, el estrés, la falta de sueño o el tabaquismo pueden acelerar el proceso y sumar unos cuantos años a nuestra apariencia física. Los rellenos faciales de ácido hialurónico son un tratamiento mínimamente invasivo y altamente efectivo para contrarrestar los estragos de la edad y del ritmo de vida frenético al que nos enfrentamos a diario.
Se trata de un polisacárido de formación natural y de textura viscosa que se encuentra en los tejidos cutáneos humanos. Esta sustancia, portadora de vitaminas y minerales, se encarga de otorgar elasticidad y jugosidad a la piel. Entre sus funciones podemos destacar que favorece la cicatrización de las heridas y que protege el colágeno. En definitiva, genera una barrera protectora en la epidermis.
Sin embargo, con el paso del tiempo surge un problema, la cantidad de ácido hialurónico disminuye notablemente. En consecuencia, la piel pierde su capacidad de retener al agua y permanecer hidratada. Finalmente, aparecen las temidas arrugas estáticas, las que no están relacionadas con la gesticulación. Son consecuencia de la edad y se enmarcan principalmente en los surcos nasogenianos, el entrecejo, la comisura de los labios o las pequeñas arrugas que se sitúan sobre el labio superior y que se conocen popularmente como “código de barras”. Además de estas arrugas se produce una pérdida generalizada de volumen en el óvalo facial.
La cosmética y la medicina estética han apostado por el ácido hialurónico en los últimos años y los tratamientos de rejuvenecimiento facial han evolucionado de manera notable desde entonces. Una profunda investigación al respecto, ha puesto de manifiesto que los beneficios de esta sustancia no son pasajeros, ni se corresponden con una moda pasajera. No existen fórmulas mágicas, pero el ácido hialurónico es la mejor alternativa para el cuidado y rejuvenecimiento de la piel.
No es de extrañar, sobre todo si tenemos en cuenta sus espectaculares propiedades. Una sola molécula de esta sustancia puede contener hasta 1.000 veces su peso en agua. En otras palabras, un gramo de este ácido contiene hasta seis litros de agua. La hidratación de la piel retrasa la aparición de las arrugas y mantiene el volumen en el óvalo facial. Favoreciendo, también, la firmeza y evitando la flacidez.
Los rellenos dérmicos nos permiten incrementar la presencia de esta sustancia natural en los tejidos cutáneos, minimizando y atenuando los efectos propios del envejecimiento.
Es uno de los rellenos faciales más utilizados, ya que es compatible con el organismo, resulta fácil de aplicar y los resultados son altamente satisfactorios. Las técnicas de infiltración y relleno no sólo son la solución ideal para las arrugas y líneas de expresión, además son muy efectivas para aumentar el volumen de los labios o los pómulos. La manera de proceder es sencilla, se inyecta en las zonas a tratar previa aplicación de anestesia local. Los resultados se aprecian casi desde el primer momento y sin intervención quirúrgica.
Durante los primeros días tras el tratamiento, se realizará un control médico para comprobar que todo va según lo previsto. Las sustancias que se aplican para estas técnicas han sido aprobadas por la Agencia Española del Medicamento y el Ministerio de Sanidad y, por lo tanto, son seguras y no suponen ningún riesgo para la persona que recibe las infiltraciones. Normalmente, los fármacos empleados son reabsorbibles y sus efectos desaparecen con el paso del tiempo, y transcurrido este, el paciente puede someterse a un nuevo tratamiento.
La clave de su éxito es que no produce cambios en la expresión del paciente. Se consigue mejorar el estado y la calidad cutánea con un resultado natural. Ayuda a corregir la falta de elasticidad en la piel, la caída de tejidos y las arrugas estáticas. Además, es un tratamiento generalmente bien tolerado con escasos efectos secundarios. Puede provocar enrojecimiento de la zona tratada, dolor ligero o hinchazón. Pero no es lo habitual, y los pacientes pueden hacer vida normal tras la finalización del procedimiento.
El resultado final y la duración del mismo dependerá del producto aplicado y la técnica realizada, por este motivo es importante confiar en doctores debidamente acreditados y cualificados.
En Clínica IMEMA somos expertos en tratamientos médico-estéticos con ácido hialurónico. Sólo utilizamos productos y tecnología de la más alta calidad. Con nosotros tendrás la tranquilidad de estar en manos de profesionales de contrastada experiencia y reputación, a la altura de una de las clínicas más prestigiosas de Europa.