La caída de párpados es un motivo de consulta frecuente en la consulta del cirujano plástico pues denota el paso de los años y eso no nos gusta. La blefaroplastia es un procedimiento que incluye la cirugía para reparar la caída de párpados, que puede involucrar la eliminación del exceso de piel, grasa y/o músculo alrededor de los ojos. Actualmente, existe como alternativa la blefaroplastia sin cirugía, que implica el tratamiento láser de la piel de la periferia de los párpados.
En Savia te ofrecemos la blefaroplastia de párpados de mano de los mejores profesionales al mejor precio.
En mi experiencia personal, muchos pacientes eligen realizar la blefaroplastia con anestesia local en la consulta. Es un tipo de cirugía muy agradecida y fácil de realizar de forma ambulatoria. De todas maneras, siempre les recomiendo que definan su umbral de tolerancia al dolor, antes de realizarles un procedimiento, donde la sedación de la zona es regional.
Como cualquier procedimiento quirúrgico, presenta ciertos riesgos y complicaciones, como la posibilidad de sangrado, infección, ojo seco, visión doble o picor, entre otros. Estos riesgos deben discutirse en el preoperatorio con detalle para disipar todas las dudas que el paciente pueda tener antes de llevar a cabo el procedimiento.
No se recomienda realizar la blefaroplastia durante el embarazo, en caso de infecciones, problemas de coagulación y problemas de cicatrización; tampoco en desprendimientos de retina. En caso de pacientes hipertensos o diabéticos, deben estar controlados por su médico de cabecera, antes de realizar la cirugía, y contar con su autorización para llevar a cabo el procedimiento.
Las cicatrices resultantes se localizan donde se logran perder entre las estructuras naturales de la región ocular. Se puede realizar por dos vías:
El retorno a las actividades laborales se efectuaría a los 10 días tras el procedimiento. La recuperación es corta: las primeras 48 horas es normal el lagrimeo constante, y la irritación ocular, las cuales ceden con el paso de las horas. Es fundamental aplicar durante este tiempo compresas frías para disminuir la inflamación. Los puntos se retiran a los siete días. Son suturas intradérmicas continuas que tienen el grosor de un cabello; el paciente las debe llevar cubiertas con unas tiras de suturas especiales, aunque un poco molestas para la higiene diaria. Debe tratar de mantenerlas intactas hasta retirarlas. También se aconseja llevar gafas de sol durante esos días ya que, si el procedimiento se realiza en épocas de calor, debe protegerse de la acción de los rayos solares sobre las cicatrices.
Los efectos de la cirugía duran de por vida, pero se debe tener en cuenta que el envejecimiento continúa por su vía natural. Extremar la protección solar ayuda a mantener los resultados de la blefaroplastia y, a medida que se cumplen años, se logra una apariencia rejuvenecida y un mejor contorno de ojos.
Existe una alternativa a la cirugía que utiliza distintos tipos de láseres (como de dióxido de carbono y erbio). Con este procedimiento, se pueden lograr resultados muy satisfactorios pues se evitan las cicatrices y se reduce la grasa acumulada en los párpados superiores e inferiores.
El láser puede utilizarse de dos maneras: una, para cortar, y otra, para rejuvenecer los tejidos circundantes a las ojeras, dando un mejor aspecto a la piel de las mismas. Asimismo, no presenta sangrado, y tiene un menor tiempo de recuperación respecto a la cirugía, y un menor grado de inflamación en el postoperatorio inmediato.
El láser actúa eliminando la capa celular superficial, lo que provoca un rejuvenecimiento de la piel y mejora la coloración de la misma. Por tanto, dos semanas antes debe realizarse un tratamiento para despigmentar la piel periocular.
También produce la eliminación de arrugas estáticas, producidas por el paso del tiempo, por lo que se puede combinar con bótox, para atenuar las arrugas de expresión facial.
La blefaroplastia láser tiene efectos permanentes. La extirpación de parte del párpado es para siempre y generalmente no vuelve a reproducirse una caída después de muchos años.