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Ansiolíticos, Abordaje de la Ansiedad

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Antes de profundizar en el manejo terapéutico de la ansiedad vamos a hacer un breve repaso de esta patología, que constituye un motivo de consulta muy frecuente en la consulta médica y el problema de salud mental más prevalente, siendo más frecuente en las mujeres.

La ansiedad es una respuesta anticipatoria ante una situación no controlada.

Qué es la ansiedad

La ansiedad es una respuesta anticipatoria ante una situación no controlada. Partamos de la premisa de que todos presentamos situaciones de ansiedad, aunque puede ocurrir que superen nuestra capacidad adaptativa y es entonces cuando la situación se convierte en patológica. El individuo reacciona con una sensación de malestar generalizado que puede manifestarse de muy diferentes maneras (síntomas somáticos, emocionales e incluso conductas evitativas). Implica una afectación de la calidad de vida de la persona afecta.

Se desencadena ante una situación suficientemente estresante como para desbordar o descompensar la respuesta fisiológica convencional. Por ello, puede aparecer ante cualquier circunstancia y manifestarse con diferentes formas de presentación. En función de su intensidad o duración puede ser precisa la intervención, ya sea farmacológica y/o psicológica.

Qué síntomas presenta

Es importante valorar los síntomas descritos por el paciente (físicos o psicológicos) para llegar al correcto diagnóstico. De entre los síntomas físicos mencionaremos como más frecuentes: sudoración, taquicardia, sequedad de boca, mareo, inestabilidad, sensación de falta de aire, temblor…. De entre los síntomas psicológicos los más relevantes serían: preocupación excesiva, irritabilidad, cambios de humor, miedo, dificultad en la concentración… Para llegar al diagnóstico de trastorno de ansiedad, la herramienta más relevante es el interrogatorio médico en el cual se indagarán detalladamente los síntomas y los posibles desencadenantes.

El abordaje inicial suele realizarse mediante tratamiento médico para controlar los síntomas que presente el paciente a corto plazo. Por supuesto, debe tratarse la causa desencadenante, si se conoce, para lo cual se recurre normalmente a la terapia psicológica (técnicas de relajación, terapia de apoyo y enfrentamiento…).

Cómo se tratan estos síntomas

Es muy importante tratar los síntomas que provocan el malestar y asegurarnos del bienestar de la persona para lo que contamos inicialmente con el tratamiento farmacológico que comenzaremos lo antes posible para evitar la progresión de esos síntomas. 

  • Es frecuente el empleo de una terapia combinada en el tratamiento del trastorno de ansiedad. Con los fármacos ansiolíticos conseguiremos controlar los síntomas físicos y mejorar el descanso nocturno.
  • Con la psicoterapia interferiremos en el cambio de patrones conductuales ante las situaciones desencadenantes de ansiedad.

Cómo se utilizan los ansiolíticos

El tratamiento farmacológico de los trastornos de ansiedad va dirigido a la prevención de las crisis de ansiedad y a la atenuación de los síntomas agudos. En ocasiones, precisaremos más de un fármaco para controlar el cortejo de síntomas. Para controlar la situación basal de la persona y evitar la aparición de crisis solemos indicar un tratamiento antidepresivo (cuya eficacia se hace manifiesta aproximadamente a las cuatro semanas de iniciado el tratamiento). Puede emplearse un fármaco ansiolítico e incluso ambos combinados.

Las benzodiazepinas

El tratamiento ansiolítico estrella serían las benzodiazepinas cuyo efecto se evidencia a las pocas horas de iniciar el tratamiento. Existen tipos muy diferentes de benzodiazepinas, básicamente las de vida media corta y más rápido inicio de acción, y las de vida media larga de efecto menos intenso, pero más mantenido. La elección dependerá de los síntomas a tratar. Asimismo, las de vida media larga suelen precisar menos tomas al día y suelen provocar menos deprivación al retirar el tratamiento, pero ocasionan más somnolencia y sedación diurna.

Resultados

Es fundamental controlar y tutelar la duración el tratamiento. Al prescribir un tratamiento el médico debe realizar un seguimiento evolutivo. La mejoría clínica suele evidenciarse de forma franca a las cuatro semanas de tratamiento. Normalmente se recomiendan unas semanas más de tratamiento y, en caso de que los síntomas estén controlados, es cuando debe valorarse la disminución progresiva de dosis hasta cesar por completo el tratamiento.

Es muy importante conocer el llamado síndrome de la retirada de benzodiazepinas que aparece ante la suspensión brusca del tratamiento en caso de tratamientos de larga duración. Se caracteriza por la aparición de unos determinados síntomas como temblor, fotofobia, insomnio, agitación… Suele aparece a las 24-48 horas de la deprivación farmacológica y sus efectos pueden llagar a durar una semana.

A pesar de que la ansiedad en una patología frecuente, precisa de un seguimiento evolutivo exquisito. Por favor, sigue el tratamiento indicado por tu médico y acude a los controles periódicos.  No dudes en consultar cualquier inquietud o efecto adverso que detectes, y no te quedes nunca con la duda.