La resonancia magnética es una prueba de diagnóstico por imagen exenta de radiación utilizada para el estudio de determinadas estructuras, especialmente de partes blandas no óseas como las que forman parte del sistema nervioso central.
Englobada dentro de la resonancia magnética, la resonancia magnética funcional (RMf) es una técnica de neuroimagen que permite estudiar el funcionamiento cerebral, ofreciendo múltiples aplicaciones. La técnica permite identificar los cambios locales en el nivel de oxigenación en la sangre que tiene lugar en las neuronas del cerebro cortical cuando son activadas al realizar una tarea específica.
En investigación se puede utilizar para detectar cambios fisiológicos en el cerebro relacionados con diferentes procesos mentales durante la ejecución de una tarea específica.
Por otro lado, en la práctica clínica la RMf es utilizada en la preparación de una intervención quirúrgica con el objetivo de identificar las funciones neurológicas corticales específicas y su relación con la lesión a tratar, permitiendo así establecer una trayectoria quirúrgica que posibilite la preservación de dichas funciones. La RMf también permite detectar anormalidades dentro de cerebro que no se pueden encontrar con otras técnicas por imagen.
De este modo, la RMf podría ser útil en los siguientes supuestos:
• Dentro de la anatomía funcional, permite realizar un mapeo cerebral para determinar la parte del cerebro activa en la que se localiza el control de funciones esenciales como el pensamiento, el habla y el movimiento, entre otras.
• Evaluar los efectos de un accidente cerebrovascular, un traumatismo o una enfermedad neurodegenerativa (como el alzhéimer o el párkinson) sobre el funcionamiento de las diferentes partes del cerebro.
• Localizar y controlar el crecimiento y evolución de tumores y de anormalidades cerebrales.
• Guiar la planificación de una intervención quirúrgica (por ejemplo, resección de un tumor, epilepsia), de radiación terapéutica o de otros tratamientos invasivos del cerebro.