Hospital Metropolitano

El cardiólogo es el experto responsable del tratamiento médico de la patología cardíaca. Trata patología del ritmo (arritmias), patología isquémica (angina de pecho e infarto de miocardio), patología congénita y enfermedades de las válvulas, del miocardio (músculo cardíaco) y del pericardio (membrana que envuelve el corazón). Asimismo, incluirá la prueba de electrocardiograma.

El electrocardiograma es un método de diagnóstico sencillo en el que se colocan unos parches en el pecho, que son en realidad electrodos, para conseguir dibujar sobre el papel el trazado gráfico de la actividad eléctrica del corazón. Las ondas o picos que se producen son recogidas por un aparato denominado electrocardiógrafo.

La alergología es la especialidad médica que se ocupa del diagnóstico, prevención y tratamiento de las llamadas enfermedades de base alérgica, entre las que destaca la alergia respiratoria (asma y rinoconjuntivitis alérgica), la alergia a alimentos, a los fármacos, al veneno de himenópteros (abeja y avispa); así como alergias cutáneas, urticaria y dermatitis de contacto.

El alergólogo, podrá prescribir pruebas complementarias (cutáneas, respiratorias, análisis de sangre...) en función de los síntomas del paciente.

Consulta realizada por el especialista en dermatología y que se focaliza en el diagnóstico, tratamiento y prevención de los problemas de la salud que afectan a la piel (eccemas, dermatitis, acné...), así como al cabello, uñas, mucosa bucal y zona genital.

También puede tratar las enfermedades de transmisión sexual, e incluso hacer un primer diagnóstico de posibles melanomas.

Es un procedimiento quirúrgico menor que debe ser realizado por un profesional cualificado en un centro hospitalario o clínica privada -cirujano plástico o dermatólogo-.

Consiste en la eliminación de lesiones superficiales de la piel (verrugas, condilomas, pequeños nevus) mediante el calor y la coagulación (electrocoagulación) y el frío (crioterapia).

El ginecólogo efectuará en consulta la exploración de control preventivo según la edad, síntomas y antecedentes clínicos. Asimismo evaluará, si resulta necesario, realizar otras pruebas complementarias tales como ecografía, citología y prescribirá el tratamiento a fin de prevenir o tratar eventuales síntomas.

El médico obstetra (ginecólogo especializado en el embarazo, nacimiento y postparto) realiza una ecografía en la propia consulta, para explorar mediante ultrasonidos la evolución del embarazo y las condiciones en las que se encuentra el embrión.
Se suele practicar por vía vaginal en el primer trimestre y por vía abdominal en el segundo y tercero.

Consulta realizada por el médico general o médico de familia, para la valoración en consulta, diagnóstico y tratamiento de patologías comunes, a partir de la exploración física, la historia clínica y la prescripción de pruebas complementarias (radiología, análisis clínicos, pruebas funcionales…).

El médico general identifica también los factores de riesgo para ciertas enfermedades (obesidad, hipertensión, diabetes…)  orientando al paciente sobre cómo prevenirlas e incentivando un estilo de vida saludable.
Si lo estima necesario y en función de la patología concreta, el generalista puede derivarle a un médico especialista para su correcto diagnóstico, tratamiento o seguimiento.

En la consulta de pediatría general y seguimiento del niño sano, el pediatra evaluará su estado de salud y los factores de riesgo para detectar precozmente circunstancias o patologías que puedan alterar su crecimiento y desarrollo.

El médico especialista en pediatría y sus áreas específicas (neumología, alergia, digestivo…) aborda el diagnóstico y tratamiento de enfermedades propias de la infancia y resuelve tus dudas en cada etapa de su desarrollo (alimentación, crecimiento, sueño, vacunación…).

El psiquiatra aborda el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales, emocionales, de adaptación, del sueño, de conducta y las adicciones (ludopatía, drogas de abuso…).

Suele emplear una terapia combinada de fármacos psicomoduladores y una modificación conductual, aunque existen otros tratamientos más agresivos como es el electroshock.

El especialista en traumatología valora todo tipo de patología osteomuscular del aparato locomotor de cualquier causa (congénita, traumática, degenerativa o tumoral) y localización (la mayor parte de las cuales se ubica en las articulaciones de hombro, cadera, rodilla y tobillo y columna vertebral. Algunas de las lesiones más frecuentes que se diagnostican y tratan son: tendinopatías, esguinces, fracturas, luxaciones, ciatalgias y dolores musculares.

El otorrinolaringólogo abarca toda la patología de oído, nariz, boca, faringe y laringe (vía aérea y digestiva superiores) desde el punto de vista médico y quirúrgico. La patología tratada es muy diversa y para completar su diagnostico se sirve de las siguientes pruebas:

Exploración fibroscópica de Cavum y Laringe. Esta exploración se realiza con el paciente sentado, se introduce un fibroscopio por la fosa nasal y permite visualizar las imágenes en una pantalla para su valoración por el especialista.

Audiometría automática. Estudia la capacidad auditiva de una persona para diferenciar las distintas causas que provocan enfermedad en el oído. Es una herramienta fundamental en la detección de la sordera, estudio de la fatiga auditiva o diagnóstico de lesiones retrococleares

La resonancia magnética es una prueba de diagnóstico por imagen exenta de radiación utilizada para el estudio de determinadas estructuras, especialmente de partes blandas no óseas como las que forman parte del sistema nervioso central. 

Englobada dentro de la resonancia magnética, la resonancia magnética funcional (RMf) es una técnica de neuroimagen que permite estudiar el funcionamiento cerebral, ofreciendo múltiples aplicaciones. La técnica permite identificar los cambios locales en el nivel de oxigenación en la sangre que tiene lugar en las neuronas del cerebro cortical cuando son activadas al realizar una tarea específica.

En investigación se puede utilizar para detectar cambios fisiológicos en el cerebro relacionados con diferentes procesos mentales durante la ejecución de una tarea específica. 

Por otro lado, en la práctica clínica la RMf es utilizada en la preparación de una intervención quirúrgica con el objetivo de identificar las funciones neurológicas corticales específicas y su relación con la lesión a tratar, permitiendo así establecer una trayectoria quirúrgica que posibilite la preservación de dichas funciones. La RMf también permite detectar anormalidades dentro de cerebro que no se pueden encontrar con otras técnicas por imagen.

De este modo, la RMf podría ser útil en los siguientes supuestos:

• Dentro de la anatomía funcional, permite realizar un mapeo cerebral para determinar la parte del cerebro activa en la que se localiza el control de funciones esenciales como el pensamiento, el habla y el movimiento, entre otras. 

• Evaluar los efectos de un accidente cerebrovascular, un traumatismo o una enfermedad neurodegenerativa (como el alzhéimer o el párkinson) sobre el funcionamiento de las diferentes partes del cerebro.

• Localizar y controlar el crecimiento y evolución de tumores y de anormalidades cerebrales.

• Guiar la planificación de una intervención quirúrgica (por ejemplo, resección de un tumor, epilepsia), de radiación terapéutica o de otros tratamientos invasivos del cerebro.

El TAC cerebral de perfusión es una técnica radiológica diagnóstica no invasiva que utiliza un equipo especial de rayos X para mostrar las áreas del cerebro que están siendo irrigadas o perfundidas por el riego sanguíneo. Permite una rápida evaluación cerebral mediante la generación de mapas de colores que representan el comportamiento de la microcirculación cerebral. En base a los parámetros de perfusión cerebral se pueden definir los estados de normalidad, flujo lento, hipoperfusión, isquemia, infarto e hiperperfusión.

Su principal indicación es el estudio del infarto cerebral agudo para determinar sus consecuencias isquémicas. De este modo, ayuda a seleccionar pacientes para la terapia trombolítica después de un derrame cerebral, identificando tejido cerebral en riesgo de infarto o de lesión permanente debido a la falta del suministro adecuado de sangre. También permite evaluar situaciones de vasoespasmo o constricciones de un vaso sanguíneo como consecuencia de una hemorragia subaracnoidea cerebral, en la que se produce un sangrado en el espacio entre las dos membranas que rodean al cerebro.

Otras situaciones en las que puede ser útil incluyen los estados de hipo e hiperperfusión, patologías de los vasos sanguíneos del cerebro, traumatismos encefálicos, la evaluación de los pacientes candidatos para tratamientos quirúrgicos o neuroendovasculares, la determinación del grado de los tumores gliales y la evaluación de la respuesta al tratamiento en los pacientes con un tumor cerebral, entre otros.