Clínica Dray

Consiste en la infiltración de toxina botulínica en el musculo de la zona que se desea tratar, su uso es para relajar temporariamente los músculos faciales que causan arrugas

El aplicador de frío se pasa sobre las zonas donde hay que eliminar la grasa (abdomen, brazos, glúteos, muslos…) cuyas células, debido a la baja temperatura, quedan “congeladas” y mueren. En ningún caso se daña la piel, ya que la temperatura del aplicador sólo da una sensación de frío. 

El aplicador de frío se pasa sobre las zonas donde hay que eliminar la grasa (abdomen, brazos, glúteos, muslos…) cuyas células, debido a la baja temperatura, quedan “congeladas” y mueren. En ningún caso se daña la piel, ya que la temperatura del aplicador sólo da una sensación de frío. 

En el valle de lágrimas se inyecta un ácido hialurónico con una fórmula específica de polipéptidos que evitan retener agua evitando así la formación de bolsas. La mayor hidratación de la zona favorece la circulación, por lo que, además de rellenar el hundimiento de la cuenca del ojo, va a favorecer a la creación del colágeno propio. Es un tratamiento totalmente indoloro y con una recuperación inmediata.

A través de seis rodillos de diferentes formas, una copa y una tabla moldeadora, se trabaja la grasa localizada para ayudar a su eliminación natural. El primer rodillo se utiliza para calentar la zona, el segundo sirve para trabajar la celulitis y la grasa superficial y el tercero va a atacar la grasa más profunda. En el siguiente paso con la tabla moldeadora se va dando forma a la zona tratada para moldear y comenzar el drenaje. Gracias a la copa sueca, se finaliza el drenaje dando por concluido el tratamiento.

La radiofrecuencia es una técnica que, mediante ondas electromagnéticas, produce un calentamiento controlado de determinadas zonas y a diferentes profundidades, lo que estimula el sistema linfático y circulatorio y provoca la contracción de las fibras, favoreciendo la generación de colágeno.

Los labios se perfilan a través de infiltraciones de micromoléculas de ácido hialurónico. El resultado es natural y visible de inmediato. Cada caso se adapta a la simetría de la cara. Además, los efectos son duraderos ya que el principio activo es el ácido hialurónico y va a favorecer la producción de colágeno propio.

Se inyecta el material de relleno (ácido hialurónico, hidroxiapatita cálcica) y se masajea para dar forma a la nariz según los resultados deseados, buscando siempre la armonía con los rasgos del paciente. No es necesario tiempo de recuperación, pudiendo volver a la actividad normal inmediatamente.

Los Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad están reconocidos por la FDA norteamericana con eficacia demostrada contra la flacidez. Su eficacia radica en que llegan a las estructuras profundas de la piel. Es decir, atraviesan la epidermis, la dermis profunda, el panículo adiposo y llegan hasta el músculo. Mientras la capacidad de penetración de la radiofrecuencia es de 3 mm, los HIFU alcanzan los 4,5 mm en facial, y en corporal penetran entre 6 y 9 mm. En cuanto a la temperatura, la radiofrecuencia penetra como máximo a 50º, mientras que estos ultrasonidos lo hacen a 65º o 70º.

El Ácido Hialurónico es una molécula que introducimos en la mayoría de nuestros tratamientos para rehidratar en profundidad cara, cuello y escote, mejorar la elasticidad de la piel, rellenar arrugas y restaurar volúmenes de manera natural. Su principal característica es su capacidad para atraer y retener agua, es reabsorbible y biodegradable.

Se trata de inyectar principios activos tensores mediante microinyecciones siguiendo la supuesta línea que marcaría una corona con el fin de reafirmar los tejidos. El secreto está en pinchar en los vectores tensores, tanto de músculo como de tejido, y por tanto generar vectores positivos, para asegurar así la tensión buscada.

La obtención del plasma rico en plaquetas se realiza centrifugando la sangre del propio paciente. Este plasma además contiene altas concentraciones de factores de crecimiento y células madre que posteriormente se infiltra mediante microinyecciones en la zona que se desea tratar.

No sólo actúa en el rejuvenecimiento de la piel, si no que es igualmente efectivo en el cuero cabelludo ya que favorece su fortalecimiento y crecimiento al aumentar la vascularización del folículo piloso. Con esta técnica se consigue estimular la regeneración celular de manera natural: los fibroblastos producen más colágeno, ácido hialurónico y elastina, con lo que aumenta el espesor de la dermis y mejora en general la calidad de la piel, que recuperará elasticidad y luminosidad y presentará una textura más uniforme en las semanas posteriores al tratamiento.