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  3. Centro Médico MAPFRE A Coruña

Centro Médico MAPFRE A Coruña

  • ubicación Calle Fernando Macias 31, España A Coruña
  • especialidad Especialidades: Medicina General
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Especialidades tratadas en Centro Médico MAPFRE A Coruña

Cómo llegar a Centro Médico MAPFRE A Coruña

Especialistas en Medicina General

Especialistas en Pediatría

Especialistas en Aparato Digestivo

Especialistas en Cirugía General y del Aparato Digestivo

Especialistas en Cirugía Pediátrica

Especialistas en Cirugía Torácica

Especialistas en Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología

Especialistas en Endocrinología y Nutrición

Especialistas en Medicina Interna

Especialistas en Neurología

Especialistas en Ginecología y Obstetricia

Especialistas en Oftalmología

Especialistas en Medicina Física y Rehabilitación

Especialistas en Reumatología

Especialistas en Cirugía Ortopédica y Traumatología

Especialistas en Urología

Especialistas en Análisis Clínicos

Especialistas en Radiodiagnóstico-Diagnóstico Por Imagen

Especialistas en Angiología y Cirugía Vascular

Especialistas en Cardiología

Especialistas en Enfermería

Especialistas en Fisioterapia

Especialistas en Podología

Especialistas en Osteopatía

Especialistas en Psicología

Especialistas en Logopedia y Foniatría

Especialistas en Chequeos

Especialistas en Anestesiología y Reanimación

Especialistas en Genética Humana

Especialistas en Medicina Estética y Unidad Laser

Especialistas en Odontología y Estomatología

Especialistas en Medicina del Deporte

Servicios médicos ofrecidos en Centro Médico MAPFRE A Coruña

Medicina General

Pediatría

44 €

Consulta de pediatría

La pediatría es la especialidad médica que estudia al niño y sus enfermedades. Cronológicamente, la pediatría abarca desde el nacimiento hasta que el niño llegue a la adolescencia, normalmente hasta los 18 años. Dentro de ella se distinguen varios periodos: recién nacido (0-6 días), neonato (7-29 días), lactante (lactante menor; 1-12 meses de vida, lactante mayor; 1-2 años), preescolar (2-5 años), escolar (6-12 años), preadolescente (10-12 años) y adolescente (12-19 años). La consulta pediátrica puede ser:
  • Consulta programada de atención al niño sano: donde combina visitas tanto del médico pediatra como de la enfermera especializada en pediatría. Generalmente, suelen coincidir con las fechas de administración de las vacunas. .
  • Consulta no programada: cuando el niño precisa de una atención puntual por parte de un pediatra, porque se ha puesto malo y necesita ser valorado, o por tener algún problema de salud o en su desarrollo normal.
  • En ambos casos se pedirá cita de manera ordinaria. Consulta urgente: en el caso de que el niño esté enfermo y precise de una valoración rápida por un pediatra. Entre las pruebas que se pueden realizar en una consulta de pediatría están: Peso y talla, medición del perímetro craneal, exploración de la garganta, oídos y vista, detección de ganglios inflamados, palpación de abdomen, auscultación pulmonar, exploración genital, exploración de la espalda para descartar escoliosis, buena alineación de las caderas y piernas, vacunación de acuerdo al calendario oficial de vacunas.
Incluye: Visita con el médico especialista en Pediatría,Historia clínica

Aparato Digestivo

Cirugía General y del Aparato Digestivo

Cirugía Pediátrica

Cirugía Torácica

Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología

Endocrinología y Nutrición

Medicina Interna

Neurología

Ginecología y Obstetricia

100 €

Revisión anual ginecológica

El médico experto en este área es conocido como ginecólogo u obstetra, y su objetivo es el de seguir y cuidar de la mujer en todo su periodo fértil, sobre todo en el momento del embarazo. Ofrece a sus pacientes un cuidado integral que incluye un amplio rango de opciones de consulta y tratamientos que comprenden desde la revisión preventiva habitual hasta las más avanzadas opciones diagnósticas y de tratamiento de problemas obstétricos y ginecológicos en todas las edades. Ofrece también el control habitual del embarazo que incluye una diversidad de procedimientos diagnósticos y de cribado para identificar problemas potenciales del feto así como de su adecuado crecimiento y desarrollo. La ecografía es una técnica que emplea los sonidos de alta frecuencia para obtener imágenes del interior del cuerpo. Además, gracias al denominado efecto Doppler, permite obtener información sobre la velocidad y desplazamientos de la sangre. Permite el diagnóstico y seguimiento de procesos tanto fisiológicos como el embarazo; como patológicos como la presencia de infecciones, quistes, tumores, etcétera localizados en los órganos reproductivos femeninos. Se emplea en la toma de biopsias o la práctica de amniocentesis ya que permite visualizar la zona exacta sobre la que deben realizarse dichas técnicas. Cuando la ecografía se realiza para el estudio de los órganos reproductivos femeninos hablamos de ecografía ginecológica. Cuando la ecografía se realiza para el seguimiento del embarazo hablamos de ecografía obstétrica. En algunos casos se hace imprescindible la realización de una Citología, es decir, la paciente permanecerá tumbada en una camilla en posición ginecológica. Es preciso introducir un espéculo en la vagina para separar las paredes vaginales y poder visualizar el cuello uterino. De este modo, podremos realizar una toma de las paredes vaginales para su posterior estudio. La exploración en sí es muy breve. Puede durar aproximadamente entre medio minuto y dos minutos.
Incluye: Consulta con el especialista realización de ecografía, citología e informe médico

Oftalmología

Medicina Física y Rehabilitación

Reumatología

Cirugía Ortopédica y Traumatología

Urología

Análisis Clínicos

Radiodiagnóstico-Diagnóstico Por Imagen

78 €

Mamografía bilateral

La mamografía es una prueba médica que a través de una radiografía ambas mamas con rayos X de baja potencia para visualizar el tejido mamario. Se trata de la mejor herramienta para el descubrimiento de lesiones tumorales, difíciles de apreciar únicamente con la palpación. La mamografía es el examen más preciso para detectar el cáncer de mama. Además de ayudar en su detección, se logran identificar anomalías antes de que se pueda apreciar una protuberancia y permite identificar la localización de una prominencia previo a una biopsia o cirugía. La prueba tiene una duración aproximada de 30 minutos durante los cuales se toman dos imágenes de cada seno. Para realizar una mamografía, el radiólogo debe comprimir la mama entre dos placas transparentes. Estas placas están conectadas a una cámara altamente especializada, la cual toma dos fotografías de la mama desde dos ángulos diferentes. Luego, el técnico repite el procedimiento en la otra mama. En algunos casos son necesarias más de dos imágenes para tomar la mayor cantidad de tejido posible. En la primera, el paciente se coloca frente al mastógrafo, con el seno frente a la plataforma y la imagen toma la placa de arriba abajo. En la segunda, el paciente se posiciona a un lado del aparato para conseguir una placa lateral; y así, del mismo modo en el otro seno. La mamografía debe realizarse por primera vez a la edad de los 40 años. Esta prueba se realizará a una edad más temprana si existiera algún signo o síntoma una historia familiar de cáncer de mama. Después del estudio mamográfico, una mujer debería realizarse una mamografía cada uno o dos años hasta la edad de los 50. Después de la edad de los 50 años, se recomienda una mamografía anual.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (mamografía bilateral) por el especialista,Informe médico de la prueba
16 €

Radiología simple columna cervical. Una proyección

Es una técnica que se basa en la capacidad de las radiaciones electromagnéticas (lo que comúnmente se conoce como rayos X) para atravesar los distintos tejidos del cuerpo humano y obtener una película fotográfica. Se lleva a cabo a través de radiografías, que son las que reproducen las diferentes características de las zonas irradiadas. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. Estos Rayos X atraviesan los distintos tipos de tejidos en función de su contenido en gas, líquido o elementos sólidos. En el cuerpo humano se pueden distinguir, generalmente, tres densidades que dan origen a las estructuras que se pueden estudiar:
  • Densidad ósea: tejidos con alto contenido en calcio. Huesos y tejidos calcificados. Se ve blanco.
  • Densidad aire: tejidos llenos de aire. Pulmones y gases intestinales. Se ve negro.
  • Densidad intermedia: el resto.
Se ve en tonos de gris.
La limitación fundamental de la radiología convencional es que sólo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, en muchas ocasiones, y para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Hay muy poca exposición a la radiación. Los equipos de rayos X se configuran para generar la cantidad mínima de exposición a la radiación necesaria para producir la imagen.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de columna cervical) por el especialista
16 €

Radiología simple columna dorsal-lumbar. Una proyección

Es una técnica que se basa en la capacidad de las radiaciones electromagnéticas (lo que comúnmente se conoce como rayos X) para atravesar los distintos tejidos del cuerpo humano y obtener una película fotográfica. Se lleva a cabo a través de radiografías, que son las que reproducen las diferentes características de las zonas irradiadas. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. Estos Rayos X atraviesan los distintos tipos de tejidos en función de su contenido en gas, líquido o elementos sólidos. En el cuerpo humano se pueden distinguir, generalmente, tres densidades que dan origen a las estructuras que se pueden estudiar:
  • Densidad ósea: tejidos con alto contenido en calcio. Huesos y tejidos calcificados. Se ve blanco.
  • Densidad aire: tejidos llenos de aire. Pulmones y gases intestinales. Se ve negro.
  • Densidad intermedia: el resto.
Se ve en tonos de gris.
La limitación fundamental de la radiología convencional es que sólo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, en muchas ocasiones, y para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Hay muy poca exposición a la radiación. Los equipos de rayos X se configuran para generar la cantidad mínima de exposición a la radiación necesaria para producir la imagen.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de columna dorsal-lumbar) por el especialista
16 €

Radiología simple columna sacrocoxigea. Una proyección

Es una técnica que se basa en la capacidad de las radiaciones electromagnéticas (lo que comúnmente se conoce como rayos X) para atravesar los distintos tejidos del cuerpo humano y obtener una película fotográfica. Se lleva a cabo a través de radiografías, que son las que reproducen las diferentes características de las zonas irradiadas. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. Estos Rayos X atraviesan los distintos tipos de tejidos en función de su contenido en gas, líquido o elementos sólidos. En el cuerpo humano se pueden distinguir, generalmente, tres densidades que dan origen a las estructuras que se pueden estudiar:
  • Densidad ósea: tejidos con alto contenido en calcio. Huesos y tejidos calcificados. Se ve blanco.
  • Densidad aire: tejidos llenos de aire. Pulmones y gases intestinales. Se ve negro.
  • Densidad intermedia: el resto.
Se ve en tonos de gris.
La limitación fundamental de la radiología convencional es que sólo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, en muchas ocasiones, y para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Hay muy poca exposición a la radiación. Los equipos de rayos X se configuran para generar la cantidad mínima de exposición a la radiación necesaria para producir la imagen.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de columna sacrocoxigea) por el especialista
16 €

Radiología simple de Cadera. Una proyección

Una radiografía del esqueleto es un examen imagenológico utilizado para examinar los huesos. Se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan desgaste (degeneración) del hueso. En este caso, la parte del cuerpo a analizar es la cadera, con el objetivo de atravesar los distintos tejidos de la misma y obtener una película fotográfica. El examen lo realiza un técnico en rayos X en la sala de radiología del hospital o en el consultorio del médico. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. El procedimiento es el siguiente: una máquina envía partículas de rayos X a través del cuerpo y un computador o una película registran las imágenes que se crean. Las estructuras óseas se verán blancas y el aire negro; las otras estructuras se visualizarán en diferentes gamas de grises, lo que crea un contraste que permite la valoración de la morfología normal y el diagnóstico de las patologías. Las radiografías de la cadera pueden ayudar a determinar la causa de síntomas como dolor, sensibilidad, hinchazón o deformidad en la misma. Permiten detectar huesos rotos y, una vez que un hueso roto se ha acomodado, ayudan a determinar si los huesos están alineados y la rotura se ha curado correctamente. Si es necesario realizar una cirugía de la cadera, es posible tomar una radiografía para planificar la cirugía y para evaluar los resultados de la operación. Además, las radiografías pueden ayudar a detectar las etapas avanzadas de una infección, así como quistes, tumores u otras enfermedades. La limitación fundamental de la radiología convencional es que solo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Las radiografías son indoloras.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de cadera) por el especialista
16 €

Radiología simple de brazo (húmero), antebrazo (cúbito y radio). Una proyección

Una radiografía del esqueleto es un examen imagenológico utilizado para examinar los huesos. Se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan desgaste (degeneración) del hueso. En este caso, la parte del cuerpo a analizar es el brazo (húmero), y el antebrazo (cubito y radio), con el objetivo de atravesar los distintos tejidos del mismo y obtener una película fotográfica. El examen lo realiza un técnico en rayos X en la sala de radiología del hospital o en el consultorio del médico. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. El procedimiento es el siguiente: una máquina envía partículas de rayos X a través del cuerpo y un computador o una película registran las imágenes que se crean. Las estructuras óseas se verán blancas y el aire negro; las otras estructuras se visualizarán en diferentes gamas de grises, lo que crea un contraste que permite la valoración de la morfología normal y el diagnóstico de las patologías. Las radiografías del brazo pueden ayudar a determinar la causa de síntomas como dolor, sensibilidad, hinchazón o deformidad en el brazo. Permiten detectar huesos rotos y, una vez que un hueso roto se ha acomodado, ayudan a determinar si los huesos están alineados y la rotura se ha curado correctamente. Si es necesario realizar una cirugía del brazo, es posible tomar una radiografía para planificar la cirugía y para evaluar los resultados de la operación. Además, las radiografías pueden ayudar a detectar las etapas avanzadas de una infección, así como quistes, tumores u otras enfermedades de los huesos del brazo. La limitación fundamental de la radiología convencional es que solo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Las radiografías son indoloras.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de brazo -Húmero-, antebrazo -Cúbito y Radio) por el especialista
16 €

Radiología simple de hombro, clavícula, escápula. Una proyección.

Una radiografía del esqueleto es un examen imagenológico utilizado para examinar los huesos. Se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan desgaste (degeneración) del hueso. En este caso, las partes del cuerpo a analizar son el hombro, la clavícula y la escápula, con el objetivo de atravesar los distintos tejidos de los mismos y obtener una película fotográfica. El examen lo realiza un técnico en rayos X en la sala de radiología del hospital o en el consultorio del médico. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. El procedimiento es el siguiente: una máquina envía partículas de rayos X a través del cuerpo y un computador o una película registran las imágenes que se crean. Las estructuras óseas se verán blancas y el aire negro; las otras estructuras se visualizarán en diferentes gamas de grises, lo que crea un contraste que permite la valoración de la morfología normal y el diagnóstico de las patologías. Las radiografías pueden ayudar a determinar la causa de síntomas como dolor, sensibilidad, hinchazón o deformidad en la misma. Permiten detectar huesos rotos y, una vez que un hueso roto se ha acomodado, ayudan a determinar si los huesos están alineados y la rotura se ha curado correctamente. Si es necesario realizar una cirugía en el hombro, clavícula o escápula, es posible tomar una radiografía para planificar la cirugía y para evaluar los resultados de la operación. Además, las radiografías pueden ayudar a detectar las etapas avanzadas de una infección, así como quistes, tumores u otras enfermedades. La limitación fundamental de la radiología convencional es que solo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Las radiografías son indoloras.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de hombro, clavícula y escápula) por el especialista
16 €

Radiología simple de huesos nasales. Una proyección

Una radiografía es un examen que a través de imágenes es utilizado para examinar los huesos. Se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan degeneración del hueso. Los senos paranasales están localizados por detrás de la frente, los huesos de la nariz, las mejillas y los ojos. Cuando se obstruyen las aberturas sinusales o se acumula demasiada mucosidad, las bacterias y otros microbios pueden proliferar. Esto puede conducir a una infección e inflamación de dichos senos paranasales llamada sinusitis. El examen lo realiza un técnico en rayos X en la sala de radiología del hospital o en el consultorio del médico. Se pide al paciente que se siente en una silla, de tal manera que cualquier líquido presente en los senos paranasales se puede observar en las imágenes radiográficas. El técnico puede ubicar su cabeza en diferentes posiciones para tomar diferentes planos radiográficos. Una vez las partículas de rayos X atraviesan el cuerpo, una computadora o una película especial registra las imágenes. Las estructuras que son densas bloquearán la mayor parte de las partículas de los rayos X, apareciendo de color blanco. Las estructuras que contienen aire aparecerán de color negro. El músculo, la grasa y los líquidos aparecerán como sombras de color gris. El especialista recomendará la realización de una radiografía de los senos paranasales para llevar a cabo diagnósticos para:
  • Sinusitis.
  • Trastornos de los senos paranasales, como una desviación del tabique nasal.
  • Síntomas de otra infección de la zona de la cabeza.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de huesos propios nasales) por el especialista
16 €

Radiología simple de muslo (fémur). Una proyección

Una radiografía del esqueleto es un examen imagenológico utilizado para examinar los huesos. Se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan desgaste (degeneración) del hueso. En este caso, la parte del cuerpo a analizar es la parte del muslo (Fémur), con el objetivo de atravesar los distintos tejidos del mismo y obtener una película fotográfica. El examen lo realiza un técnico en rayos X en la sala de radiología del hospital o en el consultorio del médico. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. El procedimiento es el siguiente: una máquina envía partículas de rayos X a través del cuerpo y un computador o una película registran las imágenes que se crean. Las estructuras óseas se verán blancas y el aire negro; las otras estructuras se visualizarán en diferentes gamas de grises, lo que crea un contraste que permite la valoración de la morfología normal y el diagnóstico de las patologías. Las radiografías pueden ayudar a determinar la causa de síntomas como dolor, sensibilidad, hinchazón o deformidad en la misma. Permiten detectar huesos rotos y, una vez que un hueso roto se ha acomodado, ayudan a determinar si los huesos están alineados y la rotura se ha curado correctamente. Si es necesario realizar una cirugía en el fémur, es posible tomar una radiografía para planificar la cirugía y para evaluar los resultados de la operación. Además, las radiografías pueden ayudar a detectar las etapas avanzadas de una infección, así como quistes, tumores u otras enfermedades. La limitación fundamental de la radiología convencional es que solo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Las radiografías son indoloras.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (Una proyección de Muslo -Fémur-) por el especialista
16 €

Radiología simple de pierna (tibia y peroné). Una proyección.

Una radiografía del esqueleto es un examen imagenológico utilizado para examinar los huesos. Se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan desgaste (degeneración) del hueso. En este caso, la parte del cuerpo a analizar es la pierna (tibia y peroné), con el objetivo de atravesar los distintos tejidos del mismo y obtener una película fotográfica. El examen lo realiza un técnico en rayos X en la sala de radiología del hospital o en el consultorio del médico. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. El procedimiento es el siguiente: una máquina envía partículas de rayos X a través del cuerpo y un computador o una película registran las imágenes que se crean. Las estructuras óseas se verán blancas y el aire negro; las otras estructuras se visualizarán en diferentes gamas de grises, lo que crea un contraste que permite la valoración de la morfología normal y el diagnóstico de las patologías. Las radiografías pueden ayudar a determinar la causa de síntomas como dolor, sensibilidad, hinchazón o deformidad en la misma. Permiten detectar huesos rotos y, una vez que un hueso roto se ha acomodado, ayudan a determinar si los huesos están alineados y la rotura se ha curado correctamente. Si es necesario realizar una cirugía en la tibia o el peroné, es posible tomar una radiografía para planificar la cirugía y para evaluar los resultados de la operación. Además, las radiografías pueden ayudar a detectar las etapas avanzadas de una infección, así como quistes, tumores u otras enfermedades. La limitación fundamental de la radiología convencional es que solo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Las radiografías son indoloras.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de pierna -tibia y peroné-) por el especialista
16 €

Radiología simple de rodilla. Una proyección

Una radiografía del esqueleto es un examen imagenológico utilizado para examinar los huesos. Se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan desgaste (degeneración) del hueso. En este caso, la parte del cuerpo a analizar es la rodilla, con el objetivo de atravesar los distintos tejidos de la misma y obtener una película fotográfica. El examen lo realiza un técnico en rayos X en la sala de radiología del hospital o en el consultorio del médico. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. El procedimiento es el siguiente: una máquina envía partículas de rayos X a través del cuerpo y un computador o una película registran las imágenes que se crean. Las estructuras óseas se verán blancas y el aire negro; las otras estructuras se visualizarán en diferentes gamas de grises, lo que crea un contraste que permite la valoración de la morfología normal y el diagnóstico de las patologías. Las radiografías pueden ayudar a determinar la causa de síntomas como dolor, sensibilidad, hinchazón o deformidad en la misma. Permiten detectar huesos rotos y, una vez que un hueso roto se ha acomodado, ayudan a determinar si los huesos están alineados y la rotura se ha curado correctamente. Si es necesario realizar una cirugía en la rodilla, es posible tomar una radiografía para planificar la cirugía y para evaluar los resultados de la operación. Además, las radiografías pueden ayudar a detectar las etapas avanzadas de una infección, así como quistes, tumores u otras enfermedades. La limitación fundamental de la radiología convencional es que solo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Las radiografías son indoloras.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de rodilla) por el especialista
16 €

Radiología simple de tobillo, pie. Una proyección

Una radiografía del esqueleto es un examen imagenológico utilizado para examinar los huesos. Se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan desgaste (degeneración) del hueso. En este caso, la parte del cuerpo a analizar es el tobillo y el pie, con el objetivo de atravesar los distintos tejidos de los mismos y obtener una película fotográfica. El examen lo realiza un técnico en rayos X en la sala de radiología del hospital o en el consultorio del médico. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. El procedimiento es el siguiente: una máquina envía partículas de rayos X a través del cuerpo y un computador o una película registran las imágenes que se crean. Las estructuras óseas se verán blancas y el aire negro; las otras estructuras se visualizarán en diferentes gamas de grises, lo que crea un contraste que permite la valoración de la morfología normal y el diagnóstico de las patologías. Las radiografías pueden ayudar a determinar la causa de síntomas como dolor, sensibilidad, hinchazón o deformidad en la misma. Permiten detectar huesos rotos y, una vez que un hueso roto se ha acomodado, ayudan a determinar si los huesos están alineados y la rotura se ha curado correctamente. Si es necesario realizar una cirugía en el tobillo o el pie, es posible tomar una radiografía para planificar la cirugía y para evaluar los resultados de la operación. Además, las radiografías pueden ayudar a detectar las etapas avanzadas de una infección, así como quistes, tumores u otras enfermedades. La limitación fundamental de la radiología convencional es que solo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Las radiografías son indoloras.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de tobillo y pie) por el especialista
18 €

Radiología simple de tórax. Una proyección

Una radiografía del esqueleto es un examen imagenológico utilizado para examinar los huesos. Se utiliza para detectar fracturas, tumores o afecciones que causan desgaste (degeneración) del hueso. En este caso, la parte del cuerpo a analizar es el Tórax, con el objetivo de atravesar los distintos tejidos del mismo y obtener una película fotográfica. Tiene un uso muy importante para el estudio de la caja torácica (costillas), pulmones, corazón, grandes arterias y diafragma. El examen lo realiza un técnico en rayos X en la sala de radiología del hospital o en el consultorio del médico. La realización de una radiografía convencional torácica no requiere de preparaciones especiales habitualmente. Antes de hacer el estudio, te pedirán que te quites los objetos o la ropa que lleves en la zona a explorar porque puede dificultar la correcta realización del estudio. El procedimiento es el siguiente: una máquina envía partículas de rayos X a través del cuerpo y un computador o una película registran las imágenes que se crean. Las estructuras óseas se verán blancas y el aire negro; las otras estructuras se visualizarán en diferentes gamas de grises, lo que crea un contraste que permite la valoración de la morfología normal y el diagnóstico de las patologías. La limitación fundamental de la radiología convencional es que solo plasma dos dimensiones por lo que, en ocasiones, es difícil delimitar bien algunos aspectos anatómicos. Por este motivo, para intentar alcanzar un diagnóstico radiológico más exacto, se realizan dos proyecciones de una zona anatómica, de forma que la información de una proyección complementa a la de la otra. Las radiografías son indoloras. Permite detectar algunas patologías como:
  • Hernia de hiato.
  • Parálisis de diafragma.
  • Tumores.
  • Fracturas de costilla.
  • Enfermedades de carácter reumatológico.

Hay muy poca exposición a la radiación. Los equipos de rayos X se configuran para generar la cantidad mínima de exposición a la radiación necesaria para producir la imagen. Los niños y los fetos de mujeres embarazadas son más sensibles a los riesgos de los rayos X. Se puede utilizar un escudo protector sobre las zonas que no se están estudiando.
Incluye: Realización de prueba diagnóstica (una proyección de tórax) por el especialista

Angiología y Cirugía Vascular

Cardiología

Enfermería

Fisioterapia

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