Se realiza mediante la exploración visual, la comprobación de la presencia o ausencia de los pulsos tibiales y pedio, la temperatura, color de la piel, posibles alteraciones dermatológicas, aplicación del monofilamento y diapasón. Finaliza con una entrevista clínica sobre los cuidados necesarios para el pie y recomendaciones de uso de calzado.
Incluye: Valoración general, exploración neurológica, exploración vascular, diagnóstico de riesgo o de las lesiones, prescripción farmacológica y de calzadoterapia, si precisa. Consejo y educación sanitaria. Recomendación de frecuencia de revisiones