La vida sedentaria, largas jornadas frente al ordenador, una reunión tras otra… La productividad es importante, pero sin el bienestar de los trabajadores se convierte en algo inalcanzable. Como empresa, puedes y debes implementar las medidas adecuadas para garantizar que todo tu equipo realice descansos necesarios, las llamadas pausas activas. En este post te contamos qué son las pausas activas, cuáles son sus beneficios, cómo impactan en la productividad y consejos para llevarlas a cabo. ¡Toma nota!
¿Qué son las pausas activas?
Las pausas activas son pequeños descansos durante la jornada laboral para realizar actividades físicas o mentales que rompen con el sedentarismo y la rutina. Pueden ir desde simples estiramientos, caminatas cortas, hasta ejercicios de respiración o meditación, ayudándonos no solo a coger energía y prevenir el estrés, sino también a reducir la fatiga laboral y prevenir los trastornos musculoesqueléticos.
Beneficios de realizar pausas activas en el entorno laboral
La salud de los trabajadores no solo se ve amenazada por factores externos, también por las posturas mantenidas durante horas, la tensión ocular o el estrés. Las pausas activas intervienen para contrarrestar estos efectos:
- Prevención de lesiones musculoesqueléticas: Cambiar de postura, realizar pequeños estiramientos o simplemente caminar un poco, puede prevenir los dolores de espalda, cuello o muñeca tan comunes en la oficina.
- Reducción del estrés: Las pausas, especialmente cuando incluyen técnicas de respiración o relajación, pueden ayudar a reducir el estrés, uno de los principales problemas de salud en el entorno laboral actual.
- Lucha contra el sedentarismo: Fomentar el movimiento es esencial para mejorar la circulación y combatir los riesgos asociados al sedentarismo como pueden ser las enfermedades cardíacas o diabetes.
- Prevención del síndrome visual del ordenador: Las pausas que incluyen ejercicios oculares, o simplemente alejarse de las pantallas, ayudan a reducir la fatiga visual, el enrojecimiento y otros problemas asociados al uso prolongado de dispositivos electrónicos.
¿Existe relación entre la productividad y las pausas activas?
Aunque pueda parecer paradójico, sí. Un cerebro fatigado comete más errores, se distrae con facilidad y tiene problemas para concentrarse. Al implementar estos pequeños descansos las empresas y los trabajadores se benefician de:
- Mayor concentración: Una pequeña pausa puede actuar como un «reset» para la mente, lo que permite volver a la tarea con una perspectiva fresca y una mayor concentración.
- Promoción de la creatividad: Al desconectar, aunque sea por unos minutos, el cerebro tiene la oportunidad de encontrar y aplicar soluciones a problemas que antes parecían inabarcables.
- Mejora el estado de ánimo: Un empleado menos estresado y más saludable es, sin duda, un empleado más feliz y motivado.
- Fomento del trabajo en equipo: Las pausas activas grupales pueden actuar como actividades de consolidación de equipo, mejorando el clima laboral.
Todo ello se traduce en un aumento de la productividad, ya que al reducir la fatiga mental y física los empleados pueden trabajar de manera más eficiente. Tal y como indica un estudio reciente de la Universidad de Málaga, las pausas activas pueden aumentar un 25% el rendimiento en el trabajo y disminuir más de un 35% al 40% las bajas laborales.
Ejemplos para incorporar pausas activas en el trabajo
Incorporar pausas activas en el trabajo no tiene que ser complicado ni requerir grandes cambios estructurales en la empresa. Estos son algunos ejemplos que pueden adaptarse al espacio y recursos disponibles:
- Estiramientos básicos: Estirar brazos, piernas, cuello y espalda puede hacerse incluso en un espacio reducido y ayuda a aliviar tensiones musculares.
- Ejercicios oculares: Para prevenir la fatiga visual, se puede practicar la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mira algo a 20 pies de distancia (aproximadamente 6 metros) durante al menos 20 segundos.
- Caminatas cortas: Levantarse y caminar, aunque sea unos pasos alrededor de la oficina o hacia la ventana, puede mejorar la circulación y la concentración.
- Ejercicios de respiración: Tomarse un momento para practicar respiraciones profundas y controladas puede ayudar a reducir el estrés y reenfocar la mente.
- Meditación o mindfulness: Aprovechar 5 minutos para practicar técnicas de atención plena o meditación puede ser altamente beneficioso para la salud mental.
Las pausas activas en el trabajo no son un lujo, sino una necesidad. Benefician la salud física y mental de los empleados, con un impacto directo en la productividad. Para lograrlo, es importante que como empresa establezcas una cultura de bienestar y ofrezcas recursos como los planes de bienestar personalizados de Savia Empresas o sesiones de Fisioterapia en el Trabajo. Bienestar y eficiencia van de la mano, compruébalo.