Enero suele llegar cargado de propósitos: hacer más ejercicio, cuidar la alimentación, dedicar más tiempo al autocuidado… Muchas veces, estas metas se quedan en buenas intenciones por ser demasiado ambiciosas o difíciles de mantener. Pero ¿y si te dijéramos que algo tan simple como caminar a diario puede marcar una diferencia real en tu salud?
Todo movimiento cuenta. Ya sea un paseo corto después de comer, una caminata antes de comenzar tu jornada laboral o simplemente elegir las escaleras en lugar del ascensor. Cada paso suma beneficios para el cuerpo y la mente. Descubre en este artículo por qué esta actividad tan sencilla puede convertirse en tu mejor propósito y cómo implementarla de manera sostenible.
Caminar, además de ser una actividad placentera, también es un potente regulador del metabolismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma que caminar entre 7.000 y 8.000 pasos al día puede reducir significativamente el riesgo de mortalidad y mejorar la salud general. Asimismo, también contribuye a estabilizar los niveles de azúcar en sangre, ayudando a prevenir enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.
Para los empleados de oficina, donde las largas horas de sedentarismo son comunes, incorporar pausas activas con caminatas rápidas puede ser clave para mantener altos niveles de energía y prevenir problemas metabólicos.
La eterna pregunta entre quienes buscan mejorar su salud. Ambas actividades tienen beneficios significativos, pero elegir entre caminar o correr depende de tus objetivos y condiciones físicas.
Si bien correr quema más calorías por minuto, caminar a un ritmo constante durante más tiempo puede ser igualmente efectivo y más sostenible en el tiempo. Además, caminar tiene un menor impacto para las rodillas y caderas, siendo una opción más segura para personas con sobrepeso o problemas articulares.
Ambas opciones son válidas, pero los beneficios de caminar muestran una mayor adherencia a largo plazo debido a su accesibilidad y menor exigencia física.
La famosa cifra de los 10.000 pasos recomendados al día ha sido, hasta ahora, la meta perfecta para mantener una vida saludable. Sin embargo, investigaciones recientes ponen en duda la necesidad de alcanzar esa cifra para obtener beneficios para la salud. Al menos 4.000 pasos al día -y, aconsejable, alcanzar entre 7.000 y 8.000- son suficientes para reducir el riesgo de mortalidad en adultos.
Más allá de alcanzar una cifra exacta, lo importante es mantener una rutina activa y adaptada a las necesidades de cada persona. Para quienes tienen un estilo de vida sedentario, aumentar progresivamente el número de pasos puede ser el punto de partida hacia una vida más saludable.
Desde regular el metabolismo hasta fomentar la creatividad, caminar a diario tiene un impacto directo tanto en el ámbito personal como laboral. Si quieres implementar estrategias de bienestar en tu empresa, incentiva a tus colaboradores a caminar o correr. Desde Savia, salud digital MAPFRE, podemos ayudarte a diseñar programas de salud y bienestar adaptados a las necesidades de cada compañía. Infórmate sin compromiso y comienza a construir un entorno laboral saludable y productivo.