Las empresas que lideran el cambio, además de generar resultados, marcan la pauta sobre cómo debe ser un entorno laboral: diverso, inclusivo y lleno de oportunidades para todos. Sin embargo, es imperativo recalcar que no se trata de números ni de cumplir con cuotas; hablamos de una responsabilidad auténtica que redefine la cultura organizacional y multiplica el valor tanto para empleados como para el empleador. Descubre en este post cómo y por qué la diversidad e inclusión son esenciales para el éxito empresarial.
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) va más allá de las donaciones y las actividades filantrópicas. Es un compromiso con la sostenibilidad, el bienestar de los empleados y la ética corporativa, donde la diversidad y la inclusión tienen un papel protagonista.
Según el estudio Diversity Wins: How Inclusion Matters de McKinsey, las empresas que están en el cuartil superior de diversidad de género son un 25% más propensas a tener una rentabilidad superior al promedio del sector. Pero no es solo una cuestión de género; las organizaciones con equipos diversos en términos étnicos tienen un 36% más de probabilidades de obtener mejores resultados económicos.
Hablar de inclusión laboral implica un enfoque activo hacia la creación de un entorno donde cada empleado, sin importar su origen, género, orientación sexual o capacidades, se sienta valorado. La inclusión no solo consiste en atraer talento diverso, también garantiza que esas personas tengan las mismas oportunidades de desarrollo y éxito.
El valor de la diversidad laboral es claro y medible. Las organizaciones que abrazan la diversidad construyen una reputación más sólida y atractiva, logrando un entorno más innovador. Por ello, debemos entender la diversidad como un “must have” y no únicamente como un “nice to have».
Un estudio de Boston Consulting Group demostró que aquellas empresas con equipos de gestión más diversos tienen ingresos por innovación un 19% superiores a los de las empresas con menor diversidad. Cuando personas de distintos orígenes y experiencias colaboran, surgen ideas nuevas y se anticipan soluciones que no habrían sido posibles en un entorno homogéneo.
Asimismo, los equipos diversos también son más efectivos para resolver problemas gracias a la riqueza de sus diferentes perspectivas. Sin obviar que el compromiso de los empleados aumenta cuando sienten que sus identidades son respetadas y valoradas. En definitiva, una cultura diversa y equitativa, además de ser ética, es rentable.
Lograr la igualdad laboral no es una tarea sencilla, pero sí posible con estrategias bien definidas que sigan alguno de estos puntos clave:
En resumen, invertir en diversidad e inclusión beneficia a las personas, transforma empresas y las prepara para un futuro más dinámico y competitivo. Los líderes y equipos de RRHH tenéis la oportunidad, y la responsabilidad, de ser los arquitectos de estos cambios, creando entornos laborales donde cada voz importa.
Además, desde Savia Empresas podemos ayudarte a construir un entorno laboral más saludable y productivo, proporcionando a tus empleados las herramientas necesarias para cuidar de su salud de manera integral. Infórmate sin compromiso.